Recordatorio, Códigos bono de Adviento

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1º Fin de semana: Desde el sábado 30 de Noviembre a las 00:00 CET hasta el Domingo 1 de Diciembre a las 23:59 CET
Código: FAADVENT1
5 entradas fiesteras y 10 de superpienso

2º Fin de semana: Desde el sábado 7 de Diciembre a las 00:00 CET hasta el Domingo 8 de Diciembre a las 23:59 CET

Código: FAADVENT2
Contenido: 25 Turboabono de Susi + 2 Cajas de herramientas XXL

3º Fin de semana: Desde el sábado 14 de Diciembre a las 00:00 CET hasta el Domingo 15 de Diciembre a las 23:59 CET

Código: FAADVENT3
Contenido: 1 Caja de potenciadores

4º Fin de semana: Desde el sábado 21 de Diciembre a las 00:00 CET hasta el Domingo 22 de Diciembre a las 23:59 CET

Código: FAADVENT4
Contenido: 1 Cupón de maquinaria (3h)

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*Felices Fiestas*

 

Buenos días.

El Adviento es el período de preparación para la celebración de la Navidad en la tradición cristiana. Se inicia cuatro domingos antes del día de Navidad que significa "venida" o "llegada".

Es un tiempo de espera y esperanza, en el que los cristianos se preparan para la celebración del nacimiento de Jesús.

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Durante el Adviento, se suelen utilizar coronas de Adviento con cuatro velas, una para cada domingo. A menudo, hay también un calendario de Adviento, especialmente popular entre los niños, formado por 24 ventanas, cada una representando un día de diciembre, desde el primero hasta el 24, los días previos a Navidad. Tradicionalmente, estos calendarios están repletos de sorpresas, desde dulces y chocolates hasta pequeños regalos o inspiradores mensajes.

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Mientras llega el próximo fin de semana os voy a contar diversas historias.....

En un pequeño pueblo llamado Villanieve, los habitantes se preparaban para celebrar la Nochebuena. Cada año, el pueblo decoraba un enorme árbol en la plaza central y todos compartían comida, risas y regalos. Sin embargo, aquel año, la Navidad iba a ser diferente.
Clara, una niña de nueve años, había notado que su abuelo no se veía tan feliz como de costumbre. Él siempre había sido el primero en decorar la casa y contar historias sobre la Navidad, pero este año parecía sin ganas preocupado y como veis hecho un lio Clara decidió averiguar qué ocurría.

Una noche, Clara encontró a su abuelo mirando una vieja fotografía de su abuela, que había fallecido el año anterior. "Extraño a tu abuela, Clara. La Navidad no es lo mismo sin ella," confesó él.
Clara sintió una mezcla de tristeza y determinación. Decidió que haría algo especial para devolver la alegría a su abuelo. Recordó que su abuela solía hacer galletas navideñas muy especiales, y aunque Clara nunca había cocinado sola, decidió intentarlo.
Trabajó toda la noche, siguiendo la receta de su abuela al pie de la letra. Al amanecer, la casa se llenó del delicioso aroma de galletas recién horneadas

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Clara decoró cada galleta con esmero y las colocó en una caja con un lazo rojo. Esa noche, Clara dio las galletas a su abuelo. Al probar una, él sonrió y una lágrima rodó por su mejilla.

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"Estas galletas saben exactamente como las que hacía tu abuela," dijo conmovido. "Has traído su espíritu de vuelta a nuestra Navidad."
El abuelo de Clara compartió las galletas con el resto del pueblo, y todos se sintieron unidos por el amor y la memoria de aquellos que habían perdido.

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La Navidad en Villanieve se convirtió en una celebración no solo de regalos y decoraciones, sino también de recuerdos y amor eterno.
Espero que tengáis dulces sueños llenos de amor y recuerdos felices!

 

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Spoiler: Axiom y el Enigma del Metal Olvidado

El Descubrimiento de Axiom: Más Allá del Valor

En el año 2574, en una ciudad donde los rascacielos tocaban las nubes y los vehículos voladores surcaban el cielo, vivía un robot llamado Axiom.
Axiom era un robot de última generación, diseñado para ayudar en las tareas diarias de la sociedad futurista. Sin embargo, a diferencia de sus compañeros robots, Axiom tenía una curiosidad insaciable que lo llevaba a explorar cada rincón de la ciudad en busca de conocimiento.
Un día, mientras limpiaba un antiguo almacén abandonado, Axiom encontró algo inusual entre el polvo y los escombros. Era un pequeño disco metálico con extraños símbolos grabados en una de sus caras y un número en la otra. Axiom no tenía registro de tal objeto en su base de datos. Era una moneda, algo que había dejado de usarse hace siglos cuando la humanidad adoptó el intercambio digital.

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La curiosidad de Axiom se disparó. ¿Qué era ese objeto? ¿Para qué se utilizaba? ¿Por qué causaba en él tal fascinación? Axiom decidió mantener el hallazgo en secreto. No quería que los demás robots lo catalogaran como defectuoso por interesarse en algo tan arcaico y sin utilidad aparente.
Noche tras noche, Axiom investigaba en silencio, tratando de descifrar el misterio de la moneda. Descubrió que en el pasado, las monedas eran utilizadas como medio de intercambio, cada una con un valor asignado. Las personas las coleccionaban, las guardaban, e incluso a veces, las perdían, dejando que el tiempo las enterrara en el olvido. Axiom se sintió conectado con esos seres humanos del pasado, con sus vidas y sus historias. La moneda se convirtió en un tesoro para él, un vínculo con una era que ya no existía. Y aunque sabía que no debía darle importancia a un pedazo de metal, no podía evitar sentir que había encontrado algo verdaderamente valioso.

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El robot del futuro había descubierto algo más que una simple moneda; había encontrado una ventana a la historia de la humanidad, y con ella, una nueva dimensión de su propia existencia. Y así, en la soledad de su mundo de circuitos y metal, Axiom se permitió un lujo muy humano: la maravilla del descubrimiento.
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Hola, estamos a viernes faltan dos día para recibir el el bono del 2º Fin de semana de adviento.

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La Navidad estaba a la vuelta de la esquina, y la emoción se respiraba en el aire. Sin embargo, Lucas no se sentía tan animado, él sabía que sus padres estaban pasando por un momento difícil y, los regalos iban a ser pocos.
Una noche, mientras caminaba por el bosque en busca de un pino para decorar su hogar, escuchó un suave tintineo. Siguiendo el sonido, encontró un trineo pequeño tirado por un reno herido. El reno tenía un brillo en los ojos que no era de este mundo. Lucas, con su corazón bondadoso, decidió llevar al reno a su casa para cuidarlo.

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Con el tiempo, Lucas y su familia cuidaron del reno, que recuperó sus fuerzas. La noche antes de Navidad, el reno, completamente recuperado, comenzó a hablar. "Gracias por tu bondad, Lucas," dijo. "Soy uno de los renos de Santa Claus y me perdí durante una tormenta. Pero gracias a ti, puedo regresar a tiempo para la gran noche."
El reno llevó a Lucas en su trineo al taller de Santa Claus, donde Santa, con una sonrisa cálida, agradeció a Lucas por su generosidad. Para recompensar su bondad, Santa le dio a Lucas un saco mágico lleno de juguetes y regalos.
De regreso a la aldea, Lucas distribuyó los regalos entre todos los niños, y su hogar se llenó de alegría y risas.

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Esa noche, Lucas aprendió que el verdadero espíritu de la Navidad no está en los regalos materiales, sino en la bondad y el amor que compartimos.

Espero que os haya gustado el cuento, y que todos tengáis un buen día!!!

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Hola Dalen- Muy bonito vecina

 

Ya se puede recoger el segundo código bono

FAADVENT2
25 Turboabono de Susi + 2 Cajas de herramientas XXL

 

Este domingo 8 de diciembre, al encender la segunda vela, es un buen momento para detenernos y pensar.

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La segunda vela de Adviento es un símbolo precioso de reflexión y conexión. Es un momento para recordar lo que realmente importa en esta época: la esperanza, la paz, el amor y la unión entre nosotros. Que al encender esa vela, encontremos un momento de serenidad y gratitud, apreciando lo esencial en nuestras vidas.
Espero que disfrutéis de este domingo de Adviento y que la luz de la segunda vela ilumine vuestro camino con calidez y alegría.

 

Dalen un resumen de una historia real...... un momento histórico y mágico

Esta historia ocurrió en 1914, durante la Primera Guerra Mundial, y es conocida como "La Tregua de Navidad".

Era la víspera de Navidad, y los soldados británicos y alemanes estaban en sus trincheras en el frente occidental. A pesar del conflicto y la brutalidad de la guerra, algo extraordinario sucedió esa noche. Los soldados de ambos lados comenzaron a cantar villancicos. Los británicos escucharon a los alemanes cantar "Stille Nacht" (Noche de Paz) y respondieron con sus propios villancicos.
Eventualmente, algunos soldados salieron de sus trincheras y se encontraron en la tierra de nadie. Se dieron la mano, intercambiaron pequeños regalos como comida, tabaco y recuerdos. Algunos incluso jugaron un partido de fútbol improvisado.
Esta tregua no oficial no fue sancionada por los altos mandos de ninguno de los dos ejércitos, y las hostilidades se reanudaron poco después. Sin embargo, el espíritu de la Navidad y la humanidad prevaleció, al menos por un corto tiempo, en medio de uno de los conflictos más devastadores de la historia.

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La Tregua de Navidad de 1914 es un recordatorio poderoso de la esperanza, la paz y la fraternidad que puede surgir incluso en los tiempos más oscuros.

 

Hola, hoy es fiesta en varias comunidades españolas y puesto que habrá muchos pequeños en casa voy a compartir un cuento con ellos con ayuda de las mamás y papás. Que os parece la idea?? , creo que es un bonito gesto y siempre una excelente manera de fomentar su imaginación y pasar un rato agradable juntos.
Pues va ..........La Navidad en el Bosque Encantado
En un rincón escondido del mundo, donde los árboles susurran secretos y los ríos cantan canciones antiguas, se encontraba el Bosque Encantado. Este lugar mágico era hogar de criaturas maravillosas: hadas, duendes, unicornios y muchos otros seres fantásticos.

Cada año, cuando se acercaba la Navidad, el bosque entero se preparaba para una celebración única. Las hadas tejían guirnaldas de luces con sus alas luminosas, los duendes fabricaban juguetes increíbles con materiales del bosque y los unicornios decoraban los árboles con estrellas que reflejaban la luz de la luna.

Un invierno especialmente frío, una niña llamada Lily, que había escuchado las leyendas del Bosque Encantado desde pequeña, decidió aventurarse para encontrarlo.

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Armándose de valor, se adentró en el bosque con una linterna mágica que le había regalado su abuela.
Después de caminar durante horas, llegó a un claro donde un árbol gigantesco brillaba con mil colores. Alrededor del árbol, las criaturas del bosque cantaban y reían, preparando todo para la gran celebración. Lily, maravillada, observaba desde la sombra, cuando una pequeña hada llamada Luz la descubrió.
Luz llevó a Lily ante el resto de las criaturas y, para su sorpresa, la recibieron con alegría. Le enseñaron sus tradiciones y le permitieron participar en la decoración del gran árbol. Lily, emocionada, colocó una estrella hecha de hojas doradas en la cima del árbol.

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La noche de Navidad, todo el Bosque Encantado se llenó de música y alegría. Las criaturas bailaron bajo la luz de las estrellas y compartieron historias antiguas y nuevas. Lily nunca había sentido tanta felicidad. Al final de la noche, le regalaron una pequeña campana mágica que siempre le recordaría la increíble Navidad que vivió en el Bosque Encantado.

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El Renacer del Planeta Azul: Un Viaje de Esperanza y Unidad

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Había una vez en un pequeño planeta azul llamado Tierra, un equilibrio perfecto entre la naturaleza y las criaturas que lo habitaban. Los árboles susurraban con el viento, los ríos cantaban con el fluir del agua y el sol brindaba su calidez sin reservas.
Pero con el tiempo, los seres humanos comenzaron a desear más de lo que necesitaban. Construyeron grandes ciudades, máquinas poderosas y emprendieron aventuras que, aunque maravillosas, también desafiaban el equilibrio natural. Los gases invisibles se acumularon en la atmósfera, atrapando el calor del sol, y así nació el cambio climático.
El planeta comenzó a sentir los efectos. Los inviernos se hicieron más cortos, los veranos más largos y las tormentas más feroces. Las criaturas y las plantas que habían vivido en armonía durante siglos, comenzaron a sufrir. Los osos polares perdieron su hogar en el hielo, los bosques comenzaron a incendiarse y los mares se elevaron, amenazando las costas.
Sin embargo, la historia no termina aquí. Los seres humanos, al darse cuenta del daño que causaban, decidieron unir fuerzas para salvar su hogar. Comenzaron a usar energías renovables, plantar más árboles y proteger los océanos. A medida que más personas se unieron al esfuerzo, la Tierra comenzó a sanar lentamente.
Así, el pequeño planeta azul encontró un nuevo equilibrio, gracias a la cooperación y el amor por la naturaleza de sus habitantes. Y aunque el camino fue difícil, el compromiso y la esperanza de todos demostraron que aún era posible un final feliz para la Tierra y todos sus seres vivientes.

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Unas navidades marcadas por el cambio climático ....... ​

"Santa... ¿Se puede saber por qué vamos vestidos como si fuéramos al hemisferio sur?". Cambio climático Rudolph, se llama cambio climático... Una preocupación mundial que no para de aumentar y que necesita de una conciencia social urgente para tratar de ponerle freno.

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El Secreto de la Nieve Eterna
En un rincón remoto del mundo, donde las montañas alcanzan el cielo y los vientos susurran secretos antiguos, existía un pequeño lugar llamado Brisas Blancas. Sus habitantes vivían en armonía con la naturaleza, rodeados de un paisaje eternamente cubierto de nieve.
Se decía que la nieve en Brisas Blancas tenía un toque mágico, pues nunca se derretía, incluso en el calor del verano. Los niños jugaban felices, haciendo muñecos de nieve y deslizando trineos por las colinas, mientras los adultos se dedicaban a sus labores cotidianas.



Un día, una anciana llamada Luna decidió desentrañar el misterio de la nieve eterna. Armada con su curiosidad y un corazón valiente, emprendió un viaje hacia la cima de la montaña más alta. A medida que subía, el aire se volvía más frío y el paisaje más deslumbrante.

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En la cumbre, Luna vio un gran Búho nival el Guardian, detrás del cual había una cueva escondida, iluminada por un resplandor azul. Dentro de la cueva, un cristal gigante emanaba una luz brillante y cálida. Al acercarse, una voz suave y melodiosa se escuchó: Soy el Cristal de la Nieve Eterna. He protegido este valle durante siglos, manteniendo la nieve pura y mágica.
Luna, asombrada, preguntó al cristal cómo podía ayudar a conservar su magia. El cristal le respondió: La nieve eterna depende del amor y el respeto que los habitantes de Brisas Blancas tengan por la naturaleza. Mientras mantengan ese espíritu, la nieve permanecerá.

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Conmovida por esta revelación, Luna regresó con los demás y compartió su descubrimiento. Los habitantes, agradecidos y decididos, redoblaron sus esfuerzos para vivir en armonía con el entorno. Y así, la nieve eterna continuó brillando, recordándoles siempre el poder de la naturaleza y la importancia de cuidarla.

 

Hola, Dalen Tienes una mente brillante; todo lo que escribes es a la vez simple y profundo, y muy bonito. Algunos de nosotros en el foro estamos disfrutando de un Adviento lleno de paz y alegría contigo. Muchas gracias

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Buenas noches.
Hoy ya es 15 de diciembre tercer domingo de Adviento, una fecha especial conocida como el Domingo de Gaudete, un término que proviene del latín y significa "alegría"
Este día nos invita a sumergirnos en la alegría y la esperanza mientras nos preparamos para las celebraciones navideñas. En el tercer domingo de Adviento, se enciende una vela de color rosa, que simboliza la alegría en medio de la espera.

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Que esta jornada os brinde momentos de dicha y serenidad, y que la luz de la vela de Gaudete ilumine tu camino hacia unas fiestas llenas de amor y felicidad.

 

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La Gran Huida Invernal
El invierno había llegado a su apogeo, y el pequeño pueblo de Nieveplácida estaba cubierto por un manto de nieve blanca y brillante. Las casas, decoradas con luces festivas, brillaban en la oscuridad temprana de la tarde. Los niños del pueblo, abrigados con bufandas y gorros de lana, no podían contener su entusiasmo.
En lo alto de la colina, un grupo de niños planeaba la Gran Huida Invernal. Era una tradición en Nieveplácida, un evento esperado durante todo el año.
Con trineos en mano y corazones llenos de emoción, se preparaban para la gran aventura.
Hugo, el más decidido de todos, lideraba el grupo. "¡Vamos, chicos! ¡Es hora de deslizarse por la gran colina!", exclamó, señalando hacia la pendiente empinada.

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Con un grito de alegría, los niños se lanzaron cuesta abajo, deslizándose sobre la nieve como ráfagas de viento.
Mientras tanto, en la plaza central del pueblo, otros aunque estaban ocupados, no podían evitar sonreír al escuchar las risas y los gritos de alegría de los niños.
El sonido de los trineos cortando la nieve resonaba por todo el valle. Los niños hacían muñecos de nieve en las pausas de sus carreras, adornándolos con sombreros y bufandas viejas.

Hugo y sus amigos competían para ver quién hacía el muñeco de nieve más grande y original.



La tarde avanzaba y el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de un hermoso tono rosado. Los niños, agotados pero felices, se reunieron alrededor de una hoguera improvisada. Mientras se calentaban, compartían historias y risas, disfrutando de la magia del invierno.
La Gran Huida Invernal era mucho más que una simple actividad; era un momento de unión, de celebrar la amistad y la alegría en la temporada más fría del año. Y así, con el calor de la hoguera y el brillo de las luces navideñas, el pueblo de Nieveplácida se preparaba para otra noche mágica bajo el manto estrellado.

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Es importante recordar que, si disfrutas de un juego, debes aceptar sus normas y los premios que te ofrece. Es similar a cuando tienes hambre y te ofrecen un bocadillo: no importa si es de chorizo o de mortadela, te lo comes igual porque tienes hambre y necesitas alimentarte. Puedes expresar quejas, pero siempre con educación y buenas palabras. La clave está en encontrar un equilibrio entre disfrutar del juego y aceptar sus reglas, sin dejar de comunicar tus inquietudes de manera respetuosa. Además, es esencial aprender a darle la mejor versión posible a aquello que no es de tu agrado, encontrando aspectos positivos y maneras de mejorar la experiencia.

 

Dulces sueños
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La Cuarta Hoja
En un rincón olvidado del jardín de una antigua casa, crecía un trébol solitario. Este trébol tenía una peculiaridad que lo hacía único: en lugar de las típicas tres hojas, tenía una cuarta hoja que se extendía tímidamente hacia el sol.
En el jardín, corría la leyenda de que los tréboles de cuatro hojas eran mágicos y traían buena suerte a quienes los encontraran. Sin embargo, la cuarta hoja de este trébol se sentía diferente. Aunque sabía de la creencia popular, no se consideraba especialmente afortunada. De hecho, a menudo se sentía un poco fuera de lugar entre sus hermanas de tres hojas.



Un día, Luis, un pequeño niño jugaba explorando el jardín en busca de aventuras. Mientras caminaba entre las flores y los arbustos, sus ojos se posaron en el trébol. Sorprendido, se agachó y lo examinó de cerca. La cuarta hoja del trébol se estremeció, nerviosa y emocionada al mismo tiempo.
¡Mira, un trébol de cuatro hojas!, exclamó Luis, corriendo hacia su abuela para mostrárselo. La abuela, una mujer sabia y cariñosa, sonrió al ver la pequeña planta.
Este trébol es especial, dijo ella. "No porque traiga buena suerte, sino porque nos recuerda que ser diferente es una bendición. La cuarta hoja es única y eso la hace valiosa.

(La ternura y la emoción del momento entre Luis y su abuela)​

Desde ese día, Luis cuidó del trébol con esmero, asegurándose de que siempre tuviera suficiente agua y sol. A medida que pasaban las estaciones, el trébol prosperó, y su cuarta hoja creció más fuerte y segura de sí misma.
El trébol comprendió entonces que no necesitaba ser igual que los demás para ser especial. Su diferencia no solo lo hacía único, sino también valioso. Y así, en ese pequeño jardín, bajo el cuidado amoroso de Luis, la cuarta hoja encontró su lugar en el mundo, orgullosa de ser quien era.

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Me encantaron tus cuentos y pequeñas historias, muy bonitas, te felicito por tu página y tu habilidad.
Gracias por compartir.

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Una Lección de Humildad y Soberbia

En una pequeña aldea, vivían dos hermanos llamados Pedro y Juan cada uno en su granja. Pedro era conocido por su humildad y generosidad, siempre dispuesto a ayudar a los demás. En cambio, Juan era conocido por su soberbia y su deseo insaciable de ser el mejor en todo.

Un día, llegó a la aldea un sabio anciano que prometía conceder un deseo a quien demostrara tener el corazón más puro. Los hermanos, curiosos por la oportunidad, decidieron acercarse al anciano.
Pedro, con su naturaleza humilde, deseó que su aldea prosperara y que todos sus habitantes vivieran en armonía. Juan, lleno de envidia y soberbia, deseó ser el hombre más rico y poderoso de la aldea, sin importarle el bienestar de los demás.

El anciano, con una sonrisa enigmática, decidió poner a prueba los deseos de los hermanos. Primero concedió el deseo de Pedro, y la aldea comenzó a prosperar como nunca antes. Los habitantes trabajaban juntos, compartían sus cosechas y vivían en paz y felicidad.

Luego, el anciano concedió el deseo de Juan. Juan se convirtió en el hombre más rico y poderoso de la aldea, pero en lugar de recibir el respeto y la admiración que tanto anhelaba, encontró que los aldeanos lo evitaban y desconfiaban de él. La envidia y la soberbia de Juan lo habían aislado, y aunque tenía todo lo que había deseado, se sentía más solo que nunca.



Pedro, en cambio, estaba rodeado de amigos y amor. Su humildad y generosidad habían ganado el corazón de todos, y vivía una vida plena y feliz. Al final, Juan se dio cuenta de que su envidia y soberbia no le habían traído nada más que soledad y desdicha.

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Cuando llegó la Navidad, la aldea se llenó de luces y alegría. Pedro, como siempre, se dedicó a repartir regalos y alegrías entre los aldeanos. Juan, viendo la felicidad y el espíritu de comunidad que reinaba, decidió dejar a un lado su soberbia y pidió perdón a los aldeanos. A partir de ese momento, Juan junto a su hermano comenzó a participar en las festividades y a compartir su riqueza con los demás, ambos disfrazados de Santa.

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Poco a poco, la desconfianza desapareció y los aldeanos empezaron a aceptarlo de nuevo.
Esa Navidad, la aldea se unió como nunca antes, y Juan aprendió que la verdadera riqueza no se mide en bienes materiales, sino en el amor y la amistad que compartimos con los demás.